No es el piloto, es el automóvil
- Cada vez que te leo me queda clara tu principal recomendación:
"Mantente chiquito y no crezcas"- me decía hace unos días Luis.
- Pues te recomiendo que me vuelvas a leer, pero esta vez con más
calmita – respondí.
Yo no estoy en contra del crecimiento. De hecho estoy absolutamente a
favor. Crece, pero sin poner en riesgo tu proyecto. Si algo puede
peligrar, es mejor tomarse las cosas con más calma.
Cuatro perspectivas he encontrado en los análisis del crecimiento de empresas:
1. Crece en función del margen de utilidad.
2. Crece sin arriesgar calidad ni control.
3. Crece en otra dirección, cuando el modelo se agote.
4. Crece hasta donde te sea divertido.
Crecer en función del margen de utilidad.
Evita la tentación de crecer tu volumen de ventas sin antes
incrementar tu margen.
Mantener un producto o servicio como exclusivo te permitirá obtener
mayores márgenes de utilidad y garantizar la supervivencia de tu
proyecto de forma más rápida. Si tu margen de utilidad neta es de 10%,
con incrementar tus precios en 10% estarás ganando el doble mientras
trabajas lo mismo.
¿Hasta dónde? Hasta donde tu mercado lo soporte. Esto no es más que la
aplicación práctica de la ley de la oferta y la demanda. Ante una
sobredemanda de tus servicios, incrementar el precio ajustará la
demanda a la oferta.
Crecer sin arriesgar calidad ni control.
Cuando tu margen de utilidad esté en su máximo posible, es momento de
pensar en incrementar tu volumen de ventas. Pero es muy importante que
te anticipes a problemas de baja calidad o de pérdida de control que
son muy naturales en las etapas de crecimiento.
Si tu empresa lleva cuatro años con el mismo personal, sin rotación,
no puedes pretender que al crecer tu plantilla al doble la gente nueva
entrará en automático al ritmo de trabajo. Seguramente sufrirás la
curva de aprendizaje, y si esta impacta directamente en el cliente,
lejos de ganar ventas las perderás.
De la misma forma, al incrementar el volumen, el tiempo destinado a
controlar se incrementará, así que mejor comienza por eficientar y
automatizar tus controles, antes de lanzarte a ampliar tus ventas.
Crecer en otra dirección, cuando el modelo se agote.
"No es el piloto, es el automóvil", sugiere Tim Ferriss en The 4-hour
work week, refiriéndose a que, en muchas ocasiones, el emprendedor se
cree inútil porque ya no puede crecer sus ventas, sin darse cuenta que
no es por falta de capacidad de él, sino de su modelo de negocio, que
ha llegado a su tope.
¿Qué hacer en una situación así? Desarrollar un nuevo proyecto de
negocio que se integre al que ya está funcionando. Ya sea convertirse
en cliente, proveedor o competidor de su empresa actual encontrará la
manera de seguir creciendo sin obligar a su empresa al desgaste.
Crecer hasta donde sea divertido.
¿Para qué emprendes? ¿Cuál es tu objetivo final? Básicamente puedo
asegurarte que tu objetivo, cualquiera que este sea, cubre tres
aspectos: Ganar más dinero, temer más tiempo, y ganar movilidad para
poder gastar tu dinero en tu tiempo libre.
Entonces ten presente siempre tu objetivo. ¿Para qué quieres una
empresa más grande si esto te implicará menos tiempo libre y menos
movilidad? Es válido tener un tope máximo, no caigas en la trampa de
querer crecer si no sabes para que.
Crece todo lo que puedas, pero en el crecimiento encuentra la diversión.
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