Infecciones adquiridas en los aviones
De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (Center for Disease Control and Prevention), de los Estados Unidos, cada año miles de pasajeros y miembros de la tripulación de las aerolíneas contraen algún tipo de infección como resultado de sus viajes aéreos.
Aunque la mayoría de los miembros de la tripulación toman medidas precautorias como el contar con las vacunas recomendadas, especialmente para viajes internacionales, estas medidas ofrecen mínima protección para ellos o los pasajeros cuando entran en contacto con superficies contaminadas y transfieren los gérmenes a su boca, ojos o nariz sin haberse lavado las manos. Sin embargo, algunos pasos simples y medidas generales de control de infecciones pueden ayudar a mantener a muchos más pasajeros y tripulantes sanos.
Primero que nada, abordare una preocupación que varios tenemos al momento de permanecer dentro de un avión por largos periodos de tiempo: la calidad del aire.
Muchos pasajeros tienen malestares como, dolor de cabeza, fatiga, fiebre y problemas respiratorios después de permanecer varias horas en un avión, responsabilizando al aire al interior de la cabina. Sin embargo estos síntomas pueden ser causados por otros factores como: una descompensación horaria o jet lag, estrés, privación del sueño, inmovilidad y trombosis venosa profunda.
Las investigaciones han demostrado que el riesgo de contraer una infección de transmisible a bordo de un avión debido a la mala calidad del aire, es extremadamente pequeño.
La calidad del aire de la cabina del avión se controla cuidadosamente. La ventilación proporciona un cambio total de aire de 20-30 veces por hora. La mayoría de los aviones modernos cuentan con un sistema de recirculación que recicla hasta el 50% del aire de la cabina. El aire recirculado generalmente pasa a través de filtros HEPA ("high-efficiency particulate air", filtros de partículas aéreas de alta eficiencia) del tipo usado en los quirófanos de los hospitales y en las unidades de cuidados intensivos, que atrapan partículas de polvo, bacterias, hongos y virus.
¿Entonces, cómo se propagan las enfermedades?
Analizando el punto anterior surge la pregunta: ¿Cómo las personas tienden a enfermarse cuando viajan en avión? Los siguientes son los principales medios por los que las enfermedades infecciosas se pueden propagar:
• Aire: Aunque cubra su boca cuando estornuda o tose, los gérmenes pueden viajar a través del aire y extenderse a otras superficies o personas, como ya vimos el riesgo es mínimo pero aun así es la forma en que los gérmenes llegan a las superficies logrando contaminarlas.
• Vehículos de transmisión: Esto ocurre cuando los microorganismos se propagan por medio de agua o comida infectada.
• Vectores de transmisión: Estas enfermedades son transmitidas por mosquitos, moscas otros insectos que cargan o están infectados con estos gérmenes.
• Contacto directo: Esto ocurre cuando alguien tiene un contacto directo con una superficie contaminada y posteriormente toca su nariz, boca y ojos.
A menudo es difícil determinar dónde o cómo los viajeros se enferman, ya que la contaminación cruzada y las enfermedades pueden ocurrir tanto en tierra como en aire. Además, los síntomas generalmente se presentan hasta después del viaje. El resfriado común es la enfermedad que contraen con mayor frecuencia los pasajeros aéreos. Los pasajeros también han reportado otras enfermedades que creen haber contraído durante los vuelos, incluyendo influenza, meningitis, sarampión, tuberculosis y hasta síndromes respiratorios agudos.
¿Cómo podemos mantenernos saludables mientras viajamos?
Obviamente el riesgo de enfermarse es alto cuando uno inhala gérmenes de una persona enferma, al momento de comer algún alimento (infectado) o tener contacto con algún insecto infectado. Sin embargo existen algunos pasos que podemos seguir que nos pueden ayudar a prevenir la propagación de gérmenes en las superficies de los aviones y por lo tanto enfermedades durante el vuelo.
Existen varias superficies dentro de los aviones que pueden llegar a estar contaminadas, pero las más propensas a contaminarse son:
• Mesitas plegables
• Pestillos para abrir los maleteros
• Soporte para brazos y controles para subir o bajar el respaldo
• Manija de sanitarios
• Grifos y controles dentro de los sanitarios
Como medida de prevención considere limpiar estas superficies con sanitizante para manos. Aunque no es precisamente un producto de limpieza, los sanitizantes para manos tienen la capacidad de matar gérmenes y con esto puede ayudar a evitar la propagación de infecciones y el contagio de los pasajeros. Deje actuar el sanitizante por lo menos sesenta segundos y posteriormente retire con un pañuelo desechable o papel de baño.
Existen otras medidas preventivas que usted puede tomar como: lavarse las manos con frecuencia durante al menos 20 segundos cada vez que lo haga, mantenerse hidratado, beba muchos líquidos durante su viaje y procure no beber tanto café, té y bebidas alcohólica; para el cuidado de los ojos, utilice gotas de solución salina cada hora y por último es preferible que los pasajeros especialmente si tienen fiebre aplacen su viaje hasta que se hayan recuperado. Los individuos que padezcan una enfermedad transmisible activa no deben viajar en avión, con el fin de proteger la salud de los demás pasajeros.
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