un dia en la vida de tu pie
No hagas caso del despertador. Estoy muy a gusto acurrucado entre los pies de tu esposo, siempre más calentitos que yo (dice la teoría que el cuerpo femenino concentra el calor en el interior, lo que nos fastidia a mi compañero de la izquierda y a mí). Te espera un día ajetreado, y casi todo él vas a apoyarte en mí, así que, por favor, sólo unos minutos más en la cama. Gracias por el paseo Te felicito por no saltarte el ejercicio de la mañana aunque se te haga tarde (no es mi culpa; fue la otra extremidad la que apagó el despertador). Me alegra que tomes en serio esto de adelgazar. Un sobrepeso de apenas 450 gramos puede aumentar la presión en caderas, rodillas y tobillos hasta en 3.6 kilos, lo que me somete a un esfuerzo excesivo. Me gustaría que reconocieras que, por cada paso que das, yo coordino una compleja red de 26 huesos, más de 30 articulaciones y un centenar de músculos, tendones y ligamentos. Es un trabajo de mucha responsabilidad que, francamente, a veces tú dific