Información sobre los tampones y cómo usarlos con seguridad
¿Qué son los tampones y de qué están hechos?
Quizá le sorprenda saber que la FDA regula los tampones como dispositivos médicos. Los tampones se insertan en la vagina para absorber el flujo menstrual durante la regla. Tienen forma cilíndrica y están hechos de algodón, rayón o una mezcla de ambos. Los tampones están diseñados para insertarse con un aplicador de plástico o cartón o para insertarse directamente, sin un aplicador.
¿Qué debo saber sobre los distintos tipos de tampones? ¿Y son seguros?
Existen tampones de tipo “orgánico” y normal. También los hay “perfumados” y “no perfumados”. Pero antes de que se pueda vender cualquier tipo de tampón, deben someterse a una revisión de la FDA para determinar si son esencialmente equivalentes —y tan seguros y eficaces— como aquellos que se comercializan legalmente.
Como parte de esta revisión de la FDA, los fabricantes presentan, entre otros datos, los resultados de las pruebas para evaluar la seguridad de los materiales utilizados para fabricar los tampones y los aplicadores (si cuentan con ellos); la absorción, resistencia e integridad de los tampones; y si los tampones favorecen el crecimiento de ciertas bacterias perjudiciales o si alteran el desarrollo bacteriano normal en la vagina.
Los tampones que se venden actualmente se fabrican con un proceso de blanqueo sin cloro, que también evita que los productos tengan niveles peligrosos de dioxina (un tipo de contaminante que se encuentra en el medio ambiente).
La conclusión: La FDA considera que todos los tampones comercializados que cumplan con los requisitos de la dependencia, incluida la revisión previa a la comercialización, son seguros y eficaces cuando se usan según las instrucciones.
¿Que deben saber los consumidores para usar los tampones con seguridad?
Quizá le interese preguntar a su proveedor de atención médica si tiene dudas sobre si los tampones u otros productos regulados por la FDA, como las compresas, toallas sanitarias o copas menstruales, son adecuados para usted. Si decide usar tampones, tenga en cuenta los siguientes consejos de carácter general.
Siga todas las instrucciones del envase. Aunque haya usado tampones previamente, refresque sus conocimientos acerca de las prácticas recomendadas, incluida la información sobre cómo lavarse las manos antes y después de usarlos. (Importante: Un tampón no puede “perderse” en el cuerpo cuando se usa de la forma indicada.)
Use tampones sólo cuando tenga la regla, y úselos de la forma indicada. Los tampones no deben usarse en ninguna otra occasion.
Cambie los tampones cada 4 a 8 horas. No use un mismo tampón durante más de 8 horas seguidas.
Use el tampón menos absorbente que necesite. Tenga en cuenta cómo de abundante sea la regla y la frecuencia con la necesita cambiar el tampón. Si no necesita cambiar el tampón en ocho horas, su capacidad de absorción quizá sea excesiva.
Tenga en cuenta los productos más idóneos para las distintas actividades que realice. Por ejemplo, si necesita protección durante más de 8 horas, como al dormir, elija una compresa o toalla sanitaria.
Preste atención a dolores u otros síntomas inusuales. Informe al médico si alguna vez siente molestias, dolor u otros síntomas inusuales como una secreción inusual al tratar de colocarse o usar un tampón. (Importante: Un tampón introducido correctamente no debe poder sentirse.) Estos síntomas pueden significar que necesita dejar de usar tampones por una temporada. Síntomas como una fiebre súbita (normalmente 38.9 °C [102 °F] o más) y vómitos, diarrea, desmayos o sentirse como si fuera a desmayarse al ponerse en pie, mareos o una erupción cutánea parecida a una quemadura solar pueden ser indicios del síndrome de choque tóxico (TSS, por sus siglas en inglés). Si presenta alguno de estos síntomas durante la regla, quítese el tampón y reciba atención médica inmediatamente. Y si tiene alguno de estos síntomas al poco tiempo de tener la regla, reciba atención médica inmediatamente. Si alguna vez tiene una reacción alérgica o irritación por usar tampones, deje de usarlos y hable con su proveedor de atención médica.
Por último, si alguna vez tiene un problema con un tampón, considere reportarlo a través de MedWatch, el programa de información de seguridad y denuncia de efectos adversos.
¿Qué debería saber sobre el síndrome de shock tóxico (TSS, por sus siglas en inglés)?
Un problema de seguridad relacionado con el uso de tampones es el síndrome de shock tóxico, una enfermedad poco frecuente causada por una sustancia tóxica producida por ciertos tipos de bacterias. Esta sustancia tóxica puede causar daños a los órganos (incluida insuficiencia renal, cardíaca y hepática), shock e incluso la muerte.
Los casos reportados de TSS relacionados con tampones han disminuido considerablemente en los últimos 20 años. Una de las razones es que, como parte de la revisión previa a la comercialización, la FDA evalúa si los tampones propician el crecimiento de las bacterias que causan el TSS antes de decidir si los productos pueden ser comercializados. La FDA también cree que el etiquetado más informativo de los tampones, así como los esfuerzos educativos de la dependencia y los fabricantes, han contribuido a esta importante reducción en los casos de TSS.
Si bien el TSS es poco frecuente en la actualidad, el riesgo es mayor si usted:
usa tampones más absorbentes de lo necesario, o
utiliza un tampón durante más tiempo del recomendado. .
Así que recuerde seguir las instrucciones de seguridad impresas en el envase del tampón y tenga en cuenta los consejos aquí mencionados.
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