Esta crema para el sol es IDEAL si tienes tatuajes porque además de proteger la piel de los rayos UV mantiene los colores súper bonitos

¿Quién fue la primea persona que se hizo un tatuaje? Pues no lo sabemos con certeza pero lo que podemos afirmar es que una de las momias más famosas de la antropología tiene, nada más y nada menos, que 61 tatuajes. Se trata de Ötzi, el famoso hombre de hielo que desenterraron en los Alpes en la década de los 90. Mientras examinaban su momia, encontraron que tenía el cuerpo cubierto de tatuajes, piezas de arte corporal realizadas hace más de 5000 años.

Lo bonito de los tatuajes es que son un fenómeno que se ha repetido a lo largo de la historia en diferentes culturas que no tuvieron contacto entre sí. Han representado la ferocidad en batalla y las hazañas de los guerreros maoríes, la alta sociedad japonesa los usaba para decorar su cuerpo como símbolo de estatus, se hacían como ofrendas a los dioses. Se dice que fue el capitán Cook quién los introdujo en occidente en el siglo XVIII después de sus viajes al Pacífico y, desde entonces, no han dejado de acompañarnos. Un hecho que nos podría llevar a pensar que los tatuajes forman parte de la naturaleza humana, o al menos esa es la excusa que le pongo a mi madre cada vez que me hago uno nuevo.

Una herida en la piel

El arte del tatuaje no siempre ha estado bien visto y, sobre todo en occidente, ha estado asociado a la gente de los llamados bajos fondos. De ahí que muchas madres y abuelas se lleven las manos a la cabeza y pongan en grito en el cielo cada vez que hablamos de hacernos alguno. Pero la realidad es que toda esa negatividad ha desaparecido y el tatuaje ha recuperado su estatus como obra de arte. Los tatuadores buenos llegan a tener listas de espera de meses para poder tatuarte con ellos, muchos hacen tours por distintas ciudades del mundo ya que gracias a Instagram tienen seguidores en todas partes y la mayoría acaba por especializarse en un tipo muy concreto de tatuaje, haciendo que existan personas que se tatúan con ellos por el gusto de coleccionar piezas de los que cuentan con más renombre, como auténticos coleccionistas de arte.

Si tú también llevas seguro que reconoces estas situaciones pero por muy bonitos que sean tus tattoos hay una cosa que no debes olvidar: los tatuajes son heridas cicatrizadas en la piel y hay que cuidarlas.

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Los del hombre de hielo, Ötzi, se hicieron a base de cortes que se rellenaban con ceniza, una técnica que dista mucho de las actuales máquinas que introducen la tinta en las capas profundas de la piel. Pero todo tatuaje tiene que cicatrizar y una vez curado debemos protegerlo para que sus colores no se degraden con el sol.

Preservar el color

Tanto si está hecho a base de tinta negra, como si tiene un montón de colorines, con el paso del tiempo los tatuajes pierden color, sobre todo si no los proteges del sol. Las líneas negras en el peor de los casos acaban degradándose hasta adquirir una tonalidad verdosa y el resto de colores se degradan, incluso hasta desaparecer. Por ello, utilizar un protector solar de SPF alto es fundamental, pero mejor aún si cuenta con ingredientes especialmente elegidos para preservar el color. Y hemos descubierto uno ideal para ello.

Se trata de Tattoo Shield Sunscreen, un protector solar diseñado para proteger el tatuaje frente a los rayos UV y la decoloración. Tiene un SPF 40 para bloquear los rayos UV y es capaz de penetrar en las capas profundas de la piel para proteger la tinta. Además, hidrata la piel, contiene aloe vera, esteres de jojoba, cera de abejas, manzanilla, aceite de almendra y rosa de mosqueta para refrescar, proteger, suavizar y reparar la piel y vitamina E, un potente antioxidante.

Todo lo que tus tattoos necesitan para estar perfectos y preciosos durante muchos años.