¿En qué fijarte para saber si estás recibiendo una buena atención bucodental?

Todos hemos oído más de un caso en que una clínica dental no ha sido lo que sus pacientes esperaban y es importante estar seguros de que nuestra boca está en las mejores manos. La Fundación Dental Española, del Consejo General de Dentistas de España (@CNSJ_Dentistas) recuerda la importancia de la salud bucodental en todas las etapas de la vida, incluida la edad adulta, no solo para presumir de una bonita sonrisa, sino para evitar especialmente los problemas relacionados con las encías (periodoncia) que afectan especialmente a las personas mayores y pueden influir en la salud general.

El Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (@dentistas COEM) ha elaborado un decálogo, claro y concreto, que establece 10 medidas prácticas para que no tengas duda alguna sobre la atención que estás recibiendo por parte de tu dentista. Repasarlo y aclarar cualquier cuestión, nunca está de más en un tema de tanta importancia

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• Un dentista debe ser un profesional colegiado. La colegiación, que es obligatoria, es la mejor garantía de su preparación y titulación. Ante la mínima sospecha, pregunta. El dentista no tendrá problema en facilitarte su número de colegiado.
• Él es el único profesional de la consulta o clínica cualificado para realizar un diagnóstico de las patologías que puedas presentar y para establecer el correspondiente tratamiento.
• El dentista, y no un comercial, debe explicarte personalmente los distintos aspectos de tu tratamiento: pruebas, tiempo, opciones…
• Solo él puede manejar las prótesis dentales en tu boca
• Las normas de higiene y esterilización deben resultar del todo evidentes. Cualquier detalle negativo en este sentido, es preocupante.
• Ante un tratamiento que requiera varias sesiones, algo bastante común, es preferible que siempre te atienda en mismo dentista. Aclara este punto ante de iniciar cualquiera de ellos.
• Los tratamientos bucodentales a veces resultan bastante complejos, por lo que debes tener la posibilidad de poder preguntar con confianza cualquier duda que tengas. El trato “agradable” no es exigible, pero se agradece.
• Cuidado con la publicidad. No es mala en sí misma pero puede dar lugar a equívocos
• En la misma línea, debes desconfiar de las súper ofertas y “chollos”. Buscar un buen precio está fenomenal, pero la odontología, por los materiales y la tecnología que precisa no puede ser barata.
• Tampoco conviene creerse las garantías para toda la vida porque, por suerte o por desgracia, son muy pocas las cosas que duran tanto y los dientes, naturales o artificiales, no son una de ellas.